Okupación
Hay en la vida de toda persona una época en la que la sangre se le revuelve en las venas, en la que no acepta el mundo tal como és.
Luego viene la vida y te parte la cara, te parte las ilusiones y te deja gimiendo en el suelo. Te levantas como puedes y te maldices por no haberla visto venir, a la muy puta.
El sábado hablába de música en Tamariu con Guillem y Llengot. Repasamos, delante de varias botellas de cerveza, todos los himnos de nuestra juventud: Reincidentes, LaPolla, Extremoduro, Platero, Hamlet, Barricada y muchos más.
De Barricada recordábamos "No hay tregua" y "Balas blancas". Yo recordaba otra canción mítica, la tenía en la punta de la lengua, no era capaz de recordarla. Caminando el dia siguiente, quizas como último recurso de mi cerebro para forzar una parada, recordé la canción que no me pude sacar de la cabeza en todo el dia: "Okupación"
Hace mucho tiempo, cuando la sangre aún hervía en mis venas, con veinte años, participé en la re-okupación de "Vila Künterbunt", en la Sagrera.
Yo podia vivir bien en casa de mis padres y vivir en la kasa no era para mi una opción moralmente aceptable, ayudé a limpiar y a organizar aquello. En ese mundo, las decepciones vienen cuando te enteras que un alto porcentaje de los que sí viven en la kasa venian de casa de papá de Sarrià y Sant Gervasi.
Las ilusiones tienden a derrumbarse, esta se derrumbó en noviembre del 99, apenas unas semanas después de la re-okupación. Yo no estaba allí, me lo explicó un compañero en el tren de camino a la universidad. Los bulldozers echaron abajo nuestros sueños. Nunca volví por allí a ver el solar que habían dejado.
Hoy he buscado la canción y algo se me ha revuelto en las entrañas, he recordado muchas cosas, este post es su producto.
Y que carajo, no estuvo tan mal.