miércoles, octubre 03, 2007

Botellas vacias

El avión se detiene, estamos en Zurich.

En la estación central nos encontramos con Nau. Kong y Jan han venido desde Barcelona conmigo. Acompañamos a Nau a dejar la bicicleta, dejando la documentación y 20 euros te dejan una bicicleta y cuando la llevas de vuelta te los devuelven.

Nau está haciendo una estancia de investigación en Zurich, así que tiene una habitación donde dormiremos todos. Primero pasamos por un super a avituallarnos. Cuando pago los dos packs de seis cervezas y me cobran el equivalente a 10 euros en francos suizos el choque cultural me golpea en la cara. Fumo, pero apago el cigarrillo y lo deposito en ceniceros públicos; se me cae un papel y lo recojo: intento respetar las normas sociales, no vayan a decidir sacrificarme a sus dioses.

Llegamos a la residencia, en el piso hay una cocina, un baño y cuatro habitaciones, invadimos la de Nau y ponemos la cerveza en la nevera. Empieza a ser tarde, así que Kong y Jan se ponen a hacer espaguetis. Llegan los compañeros de piso: Un iraní, una inglesa y un irlandés al que le traemos una de las dos botellas de whisky que viajan con nosotros desde Barcelona.

Cenamos todos juntos, empezamos a beber, vamos a salir todos esta noche, media botella de whisky pasa a mejor vida, nos movemos.

Vamos a una discoteca, después de una hora haciendo cola decidimos largarnos, entramos en un bar y empiezan a caer jarras de cervezas, la inglesa bebe, el iraní bebe, el irlandés bebe, nosotros bebemos más. Nau pretexta su rodilla herida para huir, nosotros seguimos en la brecha, vamos a otro bar donde se puede bailar, me marco un tango con la inglesa con música de salsa, se hace tarde y volvemos, kebap y conversación profunda con el irlandés mientras volvemos caminando. Propaganda política racista en las paredes, del partido mayoritario.

El segundo día hacemos turismo en bicicleta. Estando atento las diferencias culturales se diluyen, la gente tira las colillas en el suelo y bebe cervezas por la calle. Volvemos al piso y el iraní hace la cena, nos enseña fotos de niño, nos lleva a su ordenador y nos enseña una foto que se hizo en la Street Parade de Zurich un mes antes, morreándose con una tipa con las tetas fuera. Las tetas son de goma, la cara es muy angulosa, al ver la foto suelto:

- It's a guy
- No, it's a woman.
- Man, this is a guy.

El Iraní me mira fijamente mientras Nau intenta maniobras de distracción. Me doy cuenta de que he metido la pata, y mientras me eclipso camino de la cocina suelto un poco convincente:

- Ok, it's a woman.

No lo era.

El iraní no me volverá a hablar, la inglesa va a salir con nosotros pero por lo visto le hacemos el vacío hablando en catalán durante toda la sobremesa y al final decide quedarse. El irlandés tiene que trabajar en las cosas de la uni y tampoco saldrá, así que decidimos ir a ver el Barça-Sevilla a la penya barcelonista de Zurich, donde hay conocidos de Nau.

Malentendidos para llegar, solo podemos ver los últimos diez minutos, la gente ve el partido así que pido una estrella en la barra. A los dos tragos se acaba el partido, todo el mundo quiere largarse. Pido un vaso de plástico pero me dicen que aquí no hace falta, se puede beber por la calle. Me doy cuenta que llevo un día y algo en la ciudad y no he visto ningún policía, el choque cultural empieza a ser agradable.

Somos unos quince, cogemos un tranvía y un autobús, y llegamos al club Embargo, estamos en la cola y diez pasos detrás nuestro le rompen una botella en el cráneo a alguien, supongo que los borrachos son iguales en todos las latitudes.

Nos cobran unos 15 euros por entrar, no me queda demasiado, así que pido dos cervezas en la barra, la camarera habla castellano, aprendió en Argentina, igualmente me cobra sobre 4 euros por cada mediana, el cubata vale 9. Bailo sin convicción, una de las catalanas no para de abanicarse y eso empieza a molestar. Quemo las naves con un cubata y me quedo casi sin recursos, voy a mear y cruzo la mirada con una suiza, no la aparta, cuando vuelvo me quedo a su lado pero Jan se adelanta. Cuando se cansa, ella me sigue mirando, me acerco y un tipo se me pone en medio, sorteo al maromo y le digo algo, el tipo no se va, le pregunto si es su novio, dice que es su primo, me da mal rollo y abandono. Doy cuenta del cubata, el primo viene a hablarme:

- Your name is Moloko?
- Yeah
- My name is Moloko too.
- What?
- Moloko Juan Gonzalez, my father is from El Salvador.
- Hablas español? Speak spanish?
- No, my mother is from switzerland.

Me pasa su cubata, me bebo la mitad y se lo devuelvo, la prima me pasa el suyo, le doy un tiento.

Bebo, la suiza se acerca, bailamos pegados, con el primo detrás de ella pegado también. Pasa el tiempo, la tipa se pega a bailar con todo el que se acerca. Jan, Kong y Nau quieren irse, yo no tengo dinero para un taxi, no se en que parte de Zurich estoy, de hecho, no tengo ni idea de que forma tiene la ciudad, pero decido quedarme. Ellos se van, los demás catalanes se quedan. El primo y la prima me siguen pasando cubatas y empiezo a perder la cabeza, ella a ratos se arrima a mi, a ratos a cualquier otro que pase. El primo me dice que es la primera vez que sale con ella, que él es de la parte francófona de Suiza, le digo que su prima está muy loca, no dice que no.

El tipo saca maria y me pregunta si sé liar. Nada más llegar a Suiza iba con cuidado de no tirar las colillas al suelo y un día después estoy liando un porro debajo de un foco de una discoteca.

Empiezo a desbarrar y a decir tonterías, los otros catalanes se largan, yo aguanto, se acerca la suiza, le meto el morro, responde, me coge de la mano, me lleva a los servicios.

Cuando salimos el primo me pasa otro cubata, no se como estoy en el podio, la suiza ya se está arrimando a otro, a mi me da igual, el primo me confirma que está muy loca y me sigue pasando cubatas. Pasa el tiempo, me pasan un vaso, está lleno de cubitos de hielo, le meto uno por la espalda a la prima, se arrima, hablo con el primo y cuando la vuelvo a mirar está acosando a un tipo apoyado en una columna. Decido largarme, ya he tenido suficiente.

Tambaleándome salgo fuera, paro un taxi, le pregunto por donde está el centro de la ciudad, desde allí sé llegar al piso de Nau. Me mira con mala cara y me señala una dirección, empiezo a caminar. Pasan los tranvías pero no cojo ninguno, tengo ganas de andar. Me pierdo o me señalan mal, acabo en el barrio rojo, hay un tipo delante de un local, le pregunto:

- Hey man, Where's the center of the city?

Él coge un cono de tráfico y se lo lleva a la boca.

- I have white asses, black asses, asian asses! - Grita
- I'm not looking for bitches, man. Where's the center of the town?

Señala un parque a mi izquierda. Allí voy, él sigue gritando ofertas. Media hora después llego a un rio, pero no hay ninguna casa cerca, no veo luces, vuelvo sobre mis pasos y llego a una parada de tranvia, me guio por los mapas de las paradas y media hora después llego al piso. Duermo dos o tres horas y me despiertan, borracho todavia.

Salimos a comer, es el dia de la movilidad sostenible y hay competiciones de monopatín, de bicicleta. Nosotros, con el irlandés, nos metemos en una cafeteria, hablamos de política, una conversación demasiado extraña.

Esa tarde cogemos el vuelo y volvemos a la vieja y sucia Barcelona. Aqui los trenes van tarde, allí no ya los trenes sino hasta los tranvias y los autobuses llegaban a la hora exacta a cada parada. Estoy en casa.

Allí la gente cobra mucho más, todo es puntual, pero la gente es fría y hay muchos suicidios. Aquí nos sangran en el trabajo por dos duros, pero nos venden que vivimos mejor, que hay más calor humano, más calidad de vida.

Unos escojen ver la botella medio llena, otros prefieren verla medio vacia. Yo decido bebérmela.